Madre Tierra,
Maravilla de maravillas,
Principio de la vida terrenal,
¿qué han hecho contigo, madre mía?
He visto apenada cómo los hombres
orgullosos te arrancaban la piel a tiras
para luego enterrarte bajo el gris asfalto.
Te he visto sangrando en los negros abismos
de alquitrán sin fin.
Y todavía sigues sangrando,
Madre, mi alma también se está tiñendo
de este color rojo sangriento,
pues hija tuya soy y todo lo que a ti te daña
a mi me daña también.
Tu sufrimiento duele
y tu alegría me nutre de gozo.
Quiero que estés alegre siempre,
aunque curar todas tus heridas no puedo,
pero sí puedo cantar para ti
y así con mi voz llegar a los corazones
de los hombres que te han olvidado.
Quiero que te sientan de nuevo,
que oigan tu susurro una vez más
en el canto de los pájaros,
en las gotas de lluvia,
en la cresta de una ola,
en el firmamento.
Quiero ser tu voz, tu consciencia, Madre,
para que vuelvas a sonreir
y que todos podamos sonreir
en paz contigo.
R.
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